lunes, 28 de mayo de 2012

Fases de la escritura


PRE-ESCRITURA
I. ACOPIO DE IDEAS. La construcción de un texto empieza con el acopio de ideas, datos y elementos útiles. La realización de un escrito es similar a la preparación de un pastel; antes de emprender la operación culinaria, es necesario procurarse todos los ingredientes necesarios: la harina, los huevos, la mantequilla, la levadura y el limón. En primer lugar, miraremos en nuestra despensa y en la nevera, para comprobar lo que tenemos ya; después recurriremos, para lo que falte, a las estanterías de un supermercado.
            Se puede reunir ideas de tres formas: en una lista desordenada, en un racimo asociativo y en un flujo de escritura.
a)      La lista de ideas. Es una secuencia de palabras clave y de frases cortas que describen hipótesis, observaciones, informaciones y datos relacionados con problemas planteados de una forma abierta, y susceptibles de resolverse con un trabajo de documentación o con una reflexión más detenida. Cada idea ocupa un renglón diferente de la lista, pero no se da necesariamente una relación entre las ideas de los sucesivos renglones: el orden es casual y también las relaciones entre las diversas ideas.
b)      El racimo asociativo. Se pone de manifiesto mediante una representación gráfica las asociaciones entre las ideas… permite la generación de un gran número de elementos. El mecanismo es el mismo que aparece en el juego de la “cadena de palabras”: alguien dice “sol” y el otro responde con una palabra relacionada como “luna”, “calor” o “luz”; el primero a su vez, replica con una nueva palabra relacionada con la anterior, y así sucesivamente.
c)      El flujo de escritura. Se plasma en el papel ideas e informaciones del modo más rápido posible, a medida que se piensa sobre el tema. En éste se empieza de inmediato a elaborar un texto, construyendo frases y párrafos completos y se presta mayor atención a producir rápidamente una gran cantidad de texto que a escoger las palabras y a construir bien las frases.
El flujo de escritura puede ser utilizado para todas las clases de escritos. Algunos lo encuentran muy útil en el caso de escritos argumentativos, en los que es necesario expresar una opinión propia, porque ayuda a aclarar las ideas.
II. LA GENERACIÓN DE LAS IDEAS. El proceso de creación de nuevas ideas resulta difícil de explicar, es posible describir algunos mecanismos generativos sencillos que asocian ideas nuevas a otras ya expresadas. Las asociaciones (relaciones entre dos o más ideas) son el fundamento de la construcción de los racimos asociativos, pero intervienen también en la elaboración de una lista de ideas o de un flujo de escritura.
a)      Asociación por analogía. Permite generar, a partir de una determinada idea o información, otra idea parecida en algún aspecto. Una vez encontrada una analogía entre dos ideas, es posible desarrollar otras ideas basadas en una comparación más analíticas entre ambas.
b)      Asociación por contrario. Contrapone a una idea ya presente otra que se puede considerar su ‘opuesta’; es fácil de generar y permite a menudo crear comparaciones significativas.
c)      Asociación de causa. Pone en relación una idea, ya expresada, con una nueva idea que constituye su premisa lógica (es decir, que la explica), introduciendo una relación de causa-efecto.
d)      Asociación de consecuencia. Pone en relación una idea que presenta un hecho, un fenómeno, con otra que describe sus consecuencias, destacando una relación de causa-efecto en la que la idea inicial desempeña la función de premisa.
e)      Asociación por precedencia. Dado un acontecimiento o fenómeno, es posible destacar otros acontecimientos o fenómenos que lo han precedido, respondiendo implícitamente a la pregunta: ¿qué ha sucedido anteriormente? Estos elementos pueden no tener ninguna relación de causalidad con la idea inicial y estar sencillamente ligados a ella por una relación temporal.
f)       Asociación por sucesión. Dado un acontecimiento o fenómeno determinado, es posible destacar otros acontecimientos o fenómenos que se producirán a continuación, respondiendo implícitamente a la pregunta: ¿qué sucederá después? Estos elementos pueden no tener una relación de causalidad con la idea inicial y sí tan sólo una relación temporal. La idea generada debe estar de alguna manera incluida ‘en el tema’ planteado en la idea inicial.
g)      Asociación de generalización. Permite generar a partir de informaciones específicas, una conclusión que las presenta de modo general.
h)      Asociación de ejemplificación. Se opone a la anterior asociación de generalización. En este caso se genera una idea específica a partir de un concepto general, de modo que la nueva idea viene a ejemplificar aquel concepto.
i)        La búsqueda de tipologías. Se genera una asociación entre una idea general y varias ideas más específicas, y esta últimas proporcionan una tipología o clasificación de la idea inicial. Hay un esfuerzo por generar ideas relacionadas entre sí, que describen la idea inicial por medio de un conjunto de elementos situados todos en un mismo nivel.
j)        Asociación por experiencia personal. Introduce hechos de los que se ha sido protagonista e informaciones de primera mano, que concretan y hacen más convincente la idea inicial.
k)      Experiencia de autoridades. El mismo efecto de la asociación por experiencia personal puede obtenerse a través de una asociación por experiencia de autoridades, e la que el autor del escrito es sustituido por una personalidad conocida.

III. LA ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS. Las ideas reunidas por medio de una lista, un racimo asociativo o un flujo de escritura han de colocarse ‘en orden’ para poder construir un discurso con ellas. La organización de las ideas es una operación más crítica que el acopio de las mismas, por cuanto requiere la utilización de mecanismos asociativos más complejos, capaces de captar similitudes, construir razonamientos (distinguiendo las premisas y las conclusiones) y desarrollar tesis coherentes. Para esta actividad es esencial un esfuerzo de reflexión, un uso activo de la propia inteligencia.
            Un ejercicio preparatorio, que entrena a la mente para desarrollar su capacidad de clasificación, consiste en subdividir un conjunto de objetos en grupos, o sea, un conjunto de objetos que posean alguna característica común.
            Es fundamental saber abstraer, es decir, saber eliminar detalles superfluos de modo que se puedan reconocer características comunes a todos los elementos de una clase y saber poner en relación las clases, lo que significa distinguir las relaciones que pueden presentarse entre clases distintas.
a)      Organización de ideas de un escrito. Es necesario ante todo distinguir un número limitado de ‘ideas principales’ (categorías); a partir de ellas, después las ideas se dividen en grupos. La determinación de las ‘ideas principales’  exige concentración y capacidad de examinar un problema en toda su complejidad. La selección de ideas principales puede coincidir algunas veces con la subdivisión del problema examinado en varios subproblemas, que luego se tratan por separado.
b)      El mapa. Es una evolución del racimo asociativo, que permite representar de forma gráfica, sobre la superficie de un folio la organización de las ideas. En particular, presenta las ideas de un modo jerárquico: las ‘ideas principales’ en posición dominante sobre las ideas secundarias. El mapa resulta un instrumento eficaz en la fase de organización de las ideas.
c)      El esquema. Presenta las ideas siguiendo un orden y una jerarquía. El orden de las ideas del esquema se repetirá en el texto (salvo en el caso de cambios eventualmente introducidos en el proceso de la redacción). El uso de los niveles jerárquicos garantiza la posterior organización de las ideas en función de su importancia y generalidad.

IV. LA DOCUMENTACIÓN. Es un acopio de informaciones y de opiniones relativas al tema del texto.
            Las dos funciones de la documentación son:
i)                    La recopilación de informaciones relativas al tema: hechos, datos, experiencias, opiniones, etc.
ii)                  La generación de nuevas ideas con el estímulo de los elementos precedentes.
            La cantidad y el tipo de información que deben recogerse varían en función de las situaciones.

Fases de la documentación. El trabajo de documentación comienza con una fase preparatoria, en la que se trata el tema desde diferentes ángulos. Es preciso:
a)      Leer algún texto de carácter muy general y sintético para hacerse una primera composición de lugar sobre el problema. Puede tratarse de un artículo de un semanario que desarrolle una serie de acontecimientos de actualidad; o bien una voz de una enciclopedia, o un párrafo de un libro de texto. En el caso de una tesis de licenciatura, también puede tratarse de una reseña sobre el problema en cuestión.
b)      Componer por escrito una lista de los objetivos de la investigación, de los elementos sobre los que se desearía encontrar información. Esa lista, que puede también tener la forma de una serie de preguntas, ayuda a leer de forma más cuidadosa y activa, e impulsa a seleccionar y a destacar las informaciones susceptibles de ofrecer una utilidad concreta.
c)      Buscar un título para el escrito, caso de que no tenga ya uno asignado. Los títulos, como los temas de investigación, tienen que ser específicos y enmarcar un campo de trabajo restringido. En el caso de que el título sea muy breve, escribir además un subtítulo más amplio.
            La documentación prosigue con una fase de desarrollo, en la que se alternan momentos de selección de las fuentes, lecturas, acopios de apuntes y organización de los materiales.
d)      Buscar otras fuentes (libros y artículos) a partir de los textos consultados hasta el momento y hacer una lista de todas ellas. Esa lista pasará a ser la sección final del trabajo: la bibliografía. Conviene recordar que para algunos textos también pueden reunirse informaciones importantes por medio de entrevistas e investigaciones ‘de campo’.
e)      Leer los textos así seleccionados y tomar apuntes sintéticos.
f)       Reunir las propias ideas y reorganizarlas teniendo en cuenta los materiales recogidos.

            Apuntes sintéticos. A medida que se leen artículos, informes, libros y periódicos, conviene construir un archivo de todas las informaciones útiles. Para esto es necesario tomar unos buenos apuntes. Los apuntes tienen dos funciones:
a.       Sintetizar las obras consultadas
b.      Registrar nuestras reacciones inmediatamente después de la lectura.
            Los dos puntos han de mantenerse bien diferenciados, de modo que se puedan citar las propias opiniones o transcribir las valoraciones encontradas en las fuentes bibliográficas, sin confundir una con otras.

ESCRITURA
De un estilo segmentado a un estilo cohesionado.

Estilo segmentado: se caracteriza por periodos breves, una sintaxis sencilla, presencia de cierta redundancia, distintos pronombres y muchos puntos. Los textos de estilo fragmentado son, a igual cantidad de información, más largos y fragmentarios.
Ejemplo:
            Este informe describe los resultados de nuestra investigación, investigación que apuntaba a definir algunas situaciones estratégicas. En particular, nos hemos ocupado de mostrar las situaciones que llevan al éxito a determinadas personas. Nos hemos centrado únicamente en situaciones relativas a las instituciones sociales.

Estilo cohesionado: presenta periodos más largos y una sintaxis más articulada, este tipo de textos dan mayor número de informaciones en un menor número de periodos, a causa de esto resultan más densos y concisos.
Ejemplo:
            Con este informe queremos mostrar que el objetivo de nuestra investigación es la caracterización de situaciones estratégicas que reflejan el éxito de determinadas personas a través de las instituciones sociales.
            Si el objetivo primario es escribir textos fácilmente compresibles, es preferible el estilo segmentado; en cambio, si se quiere comunicar un pensamiento complejo, en un tono literario y cuidado, es preferible optar por un estilo cohesionado.

Uso de la subordinación en lugar de la coordinación
El estilo segmentado utiliza preferentemente la coordinación y el estilo cohesionado la subordinación.
Coordinación (o praxis): las proposiciones que forman el texto mantienen su autonomía sin táctica y semántica. Ejemplo:
a.       Hace calor, me voy a la piscina.
Cada una de las dos frases están gramaticalmente completa y dotada de sentido.

Subordinación (o hipotaxis): las proposiciones que constituyen al texto está situadas en relación jerárquica: una de ellas, llamada principal, es autónoma; la otra, o las otras (llamadas secundarias o subordinadas) dependen de ella, tanto desde el punto de vista gramatical como desde el semántico. Ejemplo:
b.      Como hace calor, me voy a la piscina
Me voy a la piscina es la proposición principal, y como hace calor es la preposición subordinada.

Para hacer un texto más denso y cohesionado, por lo tanto, en particular, de modos de pasar de la praxis a la hipotaxis es necesario:
Uso de proposiciones subordinadas explicitas:
Dos preposiciones independientes pueden fusionarse en un período mediante la subordinación de una de las dos a la otra; las preposiciones subordinadas pueden ser explicitas o implícitas, las subordinadas explicitas explícitas se caracterizan por un verbo personal (indicativo, subjuntivo o condicional); las explicitas tienen dos proposiciones independientes y coordinadas.
Ejemplo:
Se le había hecho tarde. Llamó a un taxi.       Como se le había hecho tarde, llamó a un taxi.
Simplificación de las proposiciones relativas.
Al pasar de una construcción paratáctica o una hipotáctica, una de las preposiciones se transforma en relativa, ejemplo:
-          Los jóvenes bailaban enlazados y los padres les miraban con simpatía.
-          Los padres miraban con simpatía a los jóvenes que bailaban enlazados.
Cuando la preposición relativa construye con el verbo copulativo ser, es posible dar un paso más, ejemplo:
-          Sacchi, que es el entrenador, ha llevado a Milán la victoria en dos copas de Europa consecutivas.
-          Sacchi, el entrenador, ha llevado al Milán a la victoria en dos copas de Europa consecutivas.
En lugar d toda una proposición relativa es posible utilizar un adjetivo, ejemplo:
-          La afirmación que finalizó el discurso resultó bastante extraña.
-          La afirmación final del discurso resultó bastante extraña.


Uso del participio pasado
Dadas dos preposiciones independientes, en algunos casos es posible pasar uno de los dos verbos del modo personal a un participio pasado.  Si el sujeto del participio coincide con el de la proposición principal, el participio concordará con éste. Ejemplo:
-          Llegó a Sicilia y se sintió feliz.
-          Llegado a Sicilia, se sintió feliz.
En ocasiones, el uso del participio hace indispensable una reelaboración de la proposición principal, ejemplo:
-          Las ruinas de la zona no han sido restauradas. Está situación hace sospechar que faltan fondos.
-          Las ruinas sin restaurar de la zona hacen sospechar que faltan fondos.
Uso del gerundio
Dos proposiciones independientes pueden fundirse en un periodo, transformando en gerundio uno de los verbos en modo personal; pero, en este caso, en español, hay que tener en cuenta que solo se considera correcto que se transforme en gerundio el verbo que expresa la situación anterior, y no la posterior, de las dos que se combinan. Por eso, no se considera aceptable (marcada con asterisco) una de las posibilidades, ejemplo:
-          El dentista hacia esperar mucho rato; este hecho ponía nerviosos a los pacientes.
*        El dentista hacia esperar mucho rato, poniendo nerviosos a los paciente.
-          El dentista ponía nerviosos a los pacientes, haciéndoles esperar mucho rato.

Uso de las sustantivaciones
La sustantivación consiste en la transformación en nombre o sustantivo de un verbo o de un adjetivo, ejemplo:
            Vencer… Victoria
            Estudiar… Estudio
            Rico… Riqueza
            El uso de la sustantivación permite difundir dos preposiciones independientes y suprimir pronombres y conjunciones, con lo que se reduce, en algunos casos, el número global de palabras.
            En la presencia de dos frases separadas, en algunos casos es posible sustantivar el verbo de alguna de ellas, construyendo una única frase, ejemplo:
-          El Museo de Brera ha sido clausurado. Está situación ha irritado a los turistas.
-          La clausura del Museo de Brera ha irritado a los turistas.
En algunos casos dos frases separadas pueden fundirse también mediante la sustantivación e un adjetivo y la posterior reelaboración de algunos elementos de las dos frases, ejemplo:
-          El aire de Roma está contaminado. Este hecho exige tomar medidas.
-          La contaminación del aire de Roma exige tomar medidas.




Otras técnicas para adquirir un estilo cohesionado.
Uso de complementos
Las preposiciones subordinadas pueden sustituirse a veces por un complemento. Para ello es preciso determinar el tipo de preposición de que se trata y buscar un complemento que la exprese, ejemplo:
-          Cuando llega la primavera, adultos y niños se sientes más alegres.
-          En primavera, adultos y niños se sienten más alegres.
Coordinación de elementos
Es posible cuando las dos frases poseen una estructura simétrica y un contenido igual en parte, o muy preciso, ejemplo:
-          Pablo es simpático. Y además es realmente inteligente.
-          Pablo es simpático y realmente inteligente.

Dudas lingüísticas
Algunos usos lingüísticos actuales
Dislocación de un término a la izquierda
En la lengua escrita actual se observa con mayor frecuencia y aceptación el uso de construcciones enfatizantes, típicas de la lengua oral, por anteposición o dislocación a la izquierda de un término o  proposición subordinada par así destacarlo más al situarlo fuera de su posición ordinaria y, sobre todo, al colocarlo en primer lugar, ejemplo:
-          Conviene dar libertad a los niños desde una edad temprana (normal).
-          A los niños conviene darles libertad desde una edad temprana (dislocación a la izquierda).
Algunos usos de los imperfectos y del perfecto
Imperfecto: significa un momento del pasado sin delimitaciones del principio o fin, en que la acción se encuentra en desarrollo, ejemplo:
-          cuando llamaron por teléfono, Juan salía de casa.
Perfecto: el perfecto compuesto y el perfecto simple significan acciones acabadas en distinto momento   respectivamente próximo o lejano respecto al <<ahora>> enunciativo.
Perfecto compuesto: un momento inmediatamente pasado respecto al <<ahora>>; un hecho ocurrido en un período de tiempo que incluye el <<ahora>>; o bien un hecho cuyos efectos se aprecian en el <<ahora>>, ejemplo:
-          he abierto la ventana, pero sigue haciendo calor.
-          En este siglo ha habido más avances que en todos los anteriores.
Perfecto simple: se expresan los mismos hechos perfectos y acabados; pero alejados del <<ahora>>, en momentos menos o más remotos del pasado, ejemplo:
-          Mis padres han muerto hace dos años.
-          Sus padres murieron hace dos años.
Discordancias: manifestación lingüística absolutamente rechazable, consiste en la discordancia del verbo de predicaciones impersonales. El verbo, por atracción del objeto u otro complemento próximo, concuerda erróneamente con tales complementos y no con el sujeto gramatical, ejemplo:
-          El rey ordenó a su pueblo que buscasen los pendientes (incorrecto).
-          El rey ordenó a su pueblo que buscase los pendientes (correcto).
Los pronombres le, la, lo
El uso del pronombre le  en función de complemento directo referido a una persona masculina  singular (leísmo correcto) es una forma preferida por la mayoría de los escritores españoles actuales, aunque la Academia prefiere la forma lo etimológicamente que es la usada por los hispanoamericanos y en alguna regiones españoles, ejemplo:
-          He buscado a Juan y no lo he visto (forma académica).
-          He buscado a Juan y no le he visto (leísmo correcto).
El uso del pronombre le en función de complemento directo referido a cosas de considera regional y rechazable en la escritura, ejemplo:
-          Perdió el libro, pero ya lo ha encontrado (correcto).
-          Perdió el libro, pero ya le ha encontrado (leísmo oral).
El uso de la en función de complemento indirecto (laísmo) referido a personas o cosas es propio de la lengua hablada de gran parte de España, incluyendo Madrid, pero no se considera aceptable en la lengua escrita, ejemplo:
-          He visto a María y le he dado la noticia (correcto).
-          He visto a María y la he dado la noticia (laísmo oral).
Es frecuente en el habla, pero con poco prestigio en la escritura, el uso de la forma les referida a personas masculinas en función de complemento directo. Referida a cosas se considera mucho más razonable en la expresión escrita, ejemplo:
-          He buscado a tus hermanos y no los he visto (correcto).
-          He buscado a tus hermanos y no les he visto (leísmo oral).
Se les considera igualmente inaceptables en la lengua escrita, el uso  de las femenino en función de complemento indirecto, referido a persona o cosa y tan frecuente en la lengua oral como el singular correspondiente, ejemplo:
-          He buscado a tus amigas y les he dado la noticia (correcto).
-          He buscado a tus amigas y las he dado la noticia (laísmo oral).
Las palabras extranjeras: el uso de éstas palabras en un texto español tiene dos postural diametralmente opuestas: la primera, la de, los llamados puristas, sostiene que es preciso evitar a toda costa el empleo de  extranjerismos y que se ha de buscar una expresión equivalente entre las palabras del acervo del léxico español. En cambio, otra postura, condescendiente, es favorable a una difusión gradual de las palabras extranjeras y a su asimilación de acuerdo con las condiciones fonológicas y morfológicas de nuestra lengua.
             En realidad, no pueden adoptarse de un modo rígido ninguna de las dos. La elección de las palabras está relacionada con el tipo de lectores a los que se dirige el texto y con la finalidad del escrito en sí mismo.
El plural de las palabras extranjeras: cuando la palabra extranjera resulta inevitable habrá que decidir cómo formar el plural. En general, se puede decir que, si el término está más o menos asimilado o sancionado por la Academia, forma su plural según las reglas generales de la lengua: añadiendo –s, si la palabra acaba en vocal, o bien –es si la palabra acaba en consonante, ejemplo:
-          Chalé (singular).
-          Chalés (plural).

La acentuación
Acento prosódico y significado
Por acento prosódico se entiende la mayor intensidad fónica con que se pronuncia una sílaba determinada de cada palabra. Esa sílaba se denomina tónica frente a las demás  que serían atónicas
El acento de las palabras españolas tienen dos condiciones que reclaman una cierta atención y se ha de tener en cuenta porque justifican la necesidad de conocerlo bien. Primero se pueden señalar muchos ejemplos de palabras cuyo significado diferente se manifiesta por la distinta sílaba tónica, ejemplo:
-          Sábana, Sabana.
-          Sabia, Sabía.
Y segundo, la posición de la sílaba tónica en la palabra es arbitraria en cada palabra, hasta cierto punto, porque, según los porcentajes señalados, la mayoría de ellas llevan el acento en la segunda sílaba.
Acento ortográfico: por las condiciones señaladas de colocación arbitraria en una de las tres sílabas y para establecer el significado de muchas palabras homónimas si no fuera por el acento, todas han de llevar indicada la posición, la sílaba, donde se manifiesta el acento prosódico, o bien gráficamente, mediante una tilde situada sobre la vocal tónica, o bien, en contraste con las anteriores, por la ausencia de marca alguna
            Reglas fundamentales de acentuación ortográfica de las palabras españolas:
·         Llevan tilde las palabras polisílabas agudas acabadas en vocal en vocal o en una de las consonantes –n o –s sofá, café, león. Pero no lo llevan las palabras agudas terminadas en cualquier otra consonante o en –y bistec, edad, farol.
·         Llevan tilde todas las palabras llanas acabadas en una consonante que no sea –n o –s mártir, cráter, cárcel. Pero no lo llevan las palabras llanas terminadas en cualquier vocal, o en –n o en –s casa, vale, perro.
·         Todas las palabras esdrújulas simples o complejas llevan tilde o acento ortográfico, máquina, célula, apéndice.
·         Mantienen tilde los adverbios en –mente cuyo adjetivo primitivo ya la llevase por alguna de las reglas anteriores, cortésmente, fácilmente.
·         Las formas verbales con pronombres enclíticos   conservan la tilde si la tenían (déme, dispónte), o bien aparece el acento ortográfico cuando por la enclísis el acento prosódico se sitúa en la tercera o cuarta sílaba: dámelo, dígame, decídselo.

Si las combinaciones de vocales constituye un diptongo y el acento prosódico se manifiesta en la vocal abierta, la acentuación ortográfica  se atiene a las reglas generales, según sean palabras agudas (comió, salió, después), palabras  llanas (géiser, diésel, alféizar) y palabras esdrújulas  (miércoles, muérdalo, ciénaga).
Si las vocales sucesivas pertenecen a sílabas sucesivas constituyendo un hiato, con el acento prosódico en la vocal cerrada (i, u), está se acentúa ortográficamente en la tilde en cualquiera circunstancia, sin atenerse a regla alguna (ahíto, raíz, baúl).
Acentuación diacrítica
Para distinguir entre sí una serie de palabras homónimas, monosílabas o no, unas levan acento ortográfico y otras no lo llevan, según su distinta función y significado, ejemplo:
-          Él (pronombre) el (artículo)
-          Tú (pron. Pers.) tu (adj. Posesivo)
-          Mí (pron. Pers) mi (adj. Posesivo)
El gerundio
 El gerundio es una forma verbal impersonal. Manifiesta un momento anterior, coincidente o inmediatamente posterior al momento significado por el verbo principal en forma personal con el que se está n relación. Indica el modo o el momento en el que se realiza la acción del verbo subordinante o principal; pero también puede significar una condición o causa de la acción principal, ejemplo:
-          Sabiendo que llovía, decidió quedarse en casa
[Después de saber].
-          Visitando el museo, conoció a María
[Cuando visitaba].
Es totalmente incorrecto rechazable el uso del gerundio que signifique posterioridad no inmediata al momento significado por el verbo principal, ejemplo:
-          Entró en la sala sentándose (a continuación) en una silla (posterioridad).
-          Entró en la sala y se sentó (a continuación) en una silla (correcto).
Tampoco se acepta el uso del gerundio con sentido especificativo o referido a un complemento distinto del sujeto o del objeto directo del verbo principal, con un sentido que no sea ocasional, ejemplo:
-          El paquete conteniendo libros se perdió en el tren (especificativo, permanente).
-          El paquete que contenía libros se perdió en el tren (correcto).
El abuso de las paráfrasis de gerundio con sentido de presente actual o habitual, durativo o imperfectivo, es un anglicismo que conviene evitar, ejemplo:
-          Está semana está siendo discutida la ley en el Parlamento y parece que se está logrando un redactado consensuado (durativo).
-          La ley se discute está semana en el Parlamento y parece que se logra un redactado consensuado (correcto).

Dominio del léxico normal
Dequeísmo: uso innecesario de la preposición “de” como palabra de enlace, ejemplo:
-          Pienso de que.
-          Digo de que.
-          Sospecho de que.
-          Todo depende de que no me ponga nervioso.
-          Estoy convencido de que yo tenía la razón.
Queísmo: uso excesivo de “que” como palabra de enlace, ejemplo:
-          Las casas que sus paredes fueron pintadas este verano ya están muy deterioradas  a causa de las lluvias del otoño (queísmo).
-          Las casas cuyas paredes fueron pintadas este verano ya están muy deterioradas  a causa de las lluvias del otoño (correcta).

La puntuación
Estilos en el uso de la puntuación
Para una mayor sencillez en la exposición, se utilizará lo siguiente:
-          Puntuación mínima: es una puntuación pobre, usada por lo común por escolares o por escritores inexpertos. Aparecen sobre todo los puntos y las comas, raramente los dos puntos y el punto y coma. No es errónea si el texto está formado por frases más bien breves, en un escrito segmentado y paratáctico, ejemplo:
                        Tengo calor, voy a la piscina.
-          Puntuación clásica: es una puntuación rica, que denota experiencia y madurez. Se observa en ella todo tipo de signos existentes. En particular, se emplean en abundancia los dos puntos y el punto y coma, ejemplo:
     Tengo calor: voy a la piscina.
-          Puntuación enfática: puntuación típica de los textos publicitarios. Utilizado todos los signos, pero la característica principal es la abundancia de puntos, que aparecen incluso en lugar de las comas, de los dos puntos y, sobre todo, del punto y coma. En consecuencia, los periodos suelen ser muy breves, ejemplo:
     Tengo calor. Voy a la piscina.
A veces a la abundancia de puntos crea períodos que carecen de la proposición principal, ejemplo:
        Es un buen chico. A ratos.
Puntuación y significación
La presencia de signos de puntuación permite captar la interpretación querida por el autor, ejemplo:
-          Los niños saltaban por la ventana gritando el padre los castigó.
-          Los niños saltaron por la ventana; gritando, el padre los castigó.
-          Los niños saltaron por la ventana gritando; el padre los castigó.

El punto
El punto es el principal signo de puntuación en la estructuración de un texto, porque indica el fin de una oración o enunciado, manifiesta ortográficamente una inflexión entonativa descendente previa y representa una auténtica pausa, más o menos duradera según corresponda de un párrafo o  de un enunciado o frase, el punto tiende a sustituir a la coma, al punto y coma y a los dos puntos, sobre todo en el llamado <<estilo enfático>>.
El punto y aparte es el signo de puntuación  más importante en la distribución  de las ideas para la compresión del texto escrito: indica el fin de los párrafos o apartados y permite captar la estructura del texto.

La coma
Indica un cambio de inflexión entonativa o una breve pausa, y se usa con funciones muy variadas:
En las enumeraciones: para separar los elementos de una enumeración, ejemplo:
-          Me he encontrado con Francisco, León, Paula, Mariana.
Para separar los incisos: estos pueden estar formados por aposiciones, atributos e incluso por proposiciones enteras, ejemplo:
-          Desde que se fue María, ya hace ahora más de un mes, no hemos sabido nada de ella.
Antes de una aposición: cuando las preposiciones están coordinadas sin conjunción alguna, se coloca una coma para separar las preposiciones, ejemplo:  
-          Marcos lee, Fabio juega a la pelota.
 Para separar las preposiciones subordinadas: cuando las preposiciones subordinadas se desplazan, se anteponen o se enfatizan, en un sitio, se encierran entre comillas, ejemplo:
-          El crítico, una vez leído el libro, emitió un juicio negativo.
Para separar los distintos complementos: en el caso de una lista de complementos, se usa la coma detrás de cada no de ellos, ejemplo:
-          A la orilla del mar, con un intenso júbilo en el cuerpo, después de todo un invierno en la prisión de la ropa de abrigo, los niños se bronceaban al sol.
Para separar al vocativo: el vocativo posee algunas de las características del inciso y exige una coma antes o después, según su posición en el texto, ejemplo:
-          ¡Paquita, ven aquí!
-          No corras, Paquita
Para descartar el sujeto o el objeto: se rechaza el uso tajantemente el uso de la coma entre el sujeto gramatical y el núcleo verbal del predicado o bien entre el núcleo predicado y su comportamiento directo, ejemplo:
-          Los helados, no debes comerlos todos los días.
Cuando se suprime algún elemento,  previamente mencionado o aludido, se coloca una coma en el lugar del elemento eliminado para evitar la reiteración, ejemplo:
-          A unos les gusta ir a la playa; a otros, [les gusta ir] a la montaña.

Punto y coma
El punto y coma separa, como el punto, enunciados completos, o bien, como la coma, proposiciones subordinadas constituyentes de una oración. Indica una pausa más sostenida que la de la coma.
Sustituye a la coma: entre oraciones no enlazadas por conjunción coordinante o subordinante explicita, ejemplo:
-          Unos tienen que marcharse; otros, están cansados; otros no han tenido nunca interés; el caso es que todos desean terminar.
También se coloca punto y coma en la sucesión o enumeración de nombres, adjetivos o cualquier complemento, sobre todo si en el interior de estos elementos  ya existe alguna coma, o delante de conjunciones como sin embargo, pero y otras adversativas, además de las disyuntivas, causales, comparativas y consecutivas, para manifestar un mayor énfasis o ruptura de la cláusula subordinada.
Sustituye al punto: en el estilo especialmente enfatizado y fragmentado de algunos textos publicitarios. En lugar del punto y coma conjuntivo de la enumeración, se usa el punto.

Los dos puntos
Los dos puntos desempañan una auténtica función conectiva. He aquí sus principales usos:
Como conjunción: los dos puntos pueden estar colocados en el lugar de conjunciones causales, consecutivas o explicativas, ejemplo:
            Conjunción causal: - he pasado toda la mañana en la piscina: porque hacía mucho calor.
            Conjunción consecutiva: - ha estudiado y está preparado: pasará fácilmente el examen.
            Conjunción explicativa: - hace mucho calor: más de cuarenta grados.
-          Terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas: esas son las principales catástrofes naturales.
Para introducir una enumeración: - Terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas: esas son las principales catástrofes naturales.
Para introducir un discurso directo: - Las palabras del médico fueron: “Reposo y una alimentación equilibrada”
Para introducir un comentario o una aposición: - me sorprendí deseando que ganase Induráin: malo, por varías razones. 

Los fragmentos
Los fragmentos son sintagmas o proposiciones subordinadas desgajados del período al que pertenecen y separado de él por medio de puntos, ejemplo:
-          Existe una gran necesidad de enfermos. Sobre todo en los hospitales.
La presencia de un fragmento no se considera correcta en la escritura formal escolar y universitaria.
Otros signos
Signos de admiración y de interrogación
Los signos de interrogación y de admiración se usan para indicar una pregunta (¿ cómo estás?) o una exclamación (¡qué hermoso día!). a veces se encuentran juntas para indicar asombro y estupor ( ¡¿Estás seguro?! ¡Estás seguro? ¿Estás seguro!).
Los signos de interrogación se usan también para preguntas retóricas que el autor se plantea sí mismo para introducir un asunto.
Puntos suspensivos
Los puntos suspensivos son tres, nunca menos ni más. Se emplean de una forma muy restrictiva, sus principales usos son:
            Para mostrar un cambio de opinión: - he visto a Luisa… quería decir Carla.
            Para indicar asombro, o bien alusión, reticencia, inquietud, o bien para señalar la presencia de un juego de palabras: ­- al pasar por el puerto he visto… la barca de mis sueños.
            Para indicar una omisión voluntaria de las citas:  en este caso, para evitar equívocos , los puntos suspensivos aparecen entre paréntesis o corchetes.

Comillas
Existen tres tipos de comillas:
<< >> Comillas completas
“   ” comillas altas
‘  ’ comillas simples
Los usos principales de las comillas son:
Delimitar el discurso directo o una cita: - Sus palabras fueron: «por favor, el pasaporte».
Destacar un vocablo extranjero o una expresión coloquial: - Últimamente está muy ocupado con sus «negocios».

Guión
Los usos principales del guión son los siguientes:
Para introducir un discurso directo: - Espero que todo salga bien–dijo Azucena con gesto ilusionado.
Para separar inciso: - Llevaba la fidelidad a su maestro –un buen profesor– hasta extremos insospechados.

Paréntesis y corchetes
Los paréntesis y los corchetes se usan:
Para separar una proposición subordinada: - quería decirle (si me hubiera dejado) que cometía un grave error.
Para aislar un inciso de longitud considerable: -  Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el salón de actos.
Para citar fechas, números y referencias: - El año de su nacimiento (1616) es el mismo en que murió Cervantes.


POSTESCRITURA

Revisión. Una vez finalizada la redacción existen amplias posibilidades de mejorar lo escrito. Antes que nada, puede hacerse un balance de la organización del texto: en un análisis global se verifica si el planteamiento pensado inicialmente ha quedado bien plasmado en el texto y si ‘funciona’.
            La revisión puede abarcar además una valoración sistemática de una serie de aspectos del escrito, que varían en función del tipo de texto. Por ejemplo, para textos argumentativos en los que se presenta una opinión apoyada en diversos razonamientos, conviene utilizar los siguientes puntos:
@ Si la tesis del escrito destaca con claridad.
@ Si cada párrafo presenta una idea principal.
@ Si todos los presupuestos de nuestros razonamientos han quedado claros y explícitos.
@ Si se ha presentado un número suficiente de ejemplos.
@ Si es comprensible el hilo del discurso, a través de un uso adecuado de elementos conectivos y de síntesis breves intercaladas en el texto.
@ Si se mantiene lo bastante despierta la atención del lector.
La revisión más importante es la dirigida a aumentar la legibilidad y la fluidez del escrito. El principal objetivo de la revisión es hacer más claro el texto y fácil de leer.
Lo que se debe tomar en cuenta:
o    Cambiar el orden de las palabras
o    Eliminar las palabras superfluas
o    Convertir el texto de una forma pasiva a una activa
o    Evitar la repetición de sonidos
o    Eliminar las asimetrías

El redactado final. A menudo la forma de un escrito cuenta tanto como su contenido. La grafía debe ser clara, las líneas equilibradamente separadas, la organización del texto debe ser atractiva a primera vista,  haciendo resaltar las ideas originales y las palabras bien elegidas del autor.
            En esta fase se toma en cuenta el aspecto final que conviene dar al escrito. Son las ‘buenas maneras’ de presentar las notas, las citas y la bibliografía.

Referencia.
Serafini, M.T. (2009). Cómo se escribe (1ª Reimpresión). México: Paidós.

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